20 feb 2010

La belleza de la vida


En primavera, hasta las plantas más insignificantes que nos pasan desapercibidas, se visten con sus mejores galas, y despiertan la sensibilidad de los románticos. Poder ver estos detalles y apreciarlos es un gran don. Descubrirlos es frecuentemente cuestión de quererlos ver, de abrir los ojos.





Los detalles más pequeños y que aparentan insignificantes atesoran la belleza de la vida.

Nicolau Llabrés

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